Un pasillo largo sirve de inspiración. En mi caso, tengo controlada la longitud de la entrada a mi vivienda, a través de este pasillo. Aunque claro está ahora lo recorro una sola vez al día que coincide con el momento de sacar la basura. He calculado los pasos exactos que doy al recorrerlo que son 45 y esos mismos los doy dentro de la casa que es mucho más reducida por el número de veces que diariamente recorro, o mejor dicho recorría este acceso hasta mi apartamento. De media 5 veces al día.
Puedo meditar mientras doy pasos por un espacio reducido, contemplo durante unos minutos una imagen como la de la foto y luego al moverme imagino que es por donde estoy caminando. Engaño a mi cerebro y obtengo unas sensaciones muy placenteras.
